No quiero generalizar sobre la situación del modelo administrativo
colombiano, y quiero dejar claro que mi intervención está basada en lo que
conozco gracias a mi corta experiencia laboral y el resultado de mi
investigación. Considero que muchas organizaciones del país, aún cuentan con
modelos administrativos muy cuadriculados, organigramas jerárquicos, poco
convencionales y algo limitantes a la hora de reclutar ideas y escuchar
opiniones, y pienso que esto se da gracias a que en algunas de ellas muchos de
sus empleados son aquellos quienes han trabajado allí casi toda su vida, es
necesario crear una cultura de cambio de paradigmas que permita a las empresas establecer
métodos alternativos, que vayan cediendo a medida del tiempo y cuyo enfoque
principal sea la evolución, aspecto importante en este mundo globalizado, por
lo tanto en esta ocasión, no me considero partidaria de la implementación del
programa de pasantes mayores en las compañías colombianas, ya que sin el ánimo
de restar importancia a su saber y experiencia, creo que es momento de darle la
oportunidad a muchos jóvenes que nos estamos preparando gracias a las múltiples
oportunidades de capacitación a las que se puede acceder en estos tiempos y que
pueden convertirse en una perspectiva fresca del panorama administrativo, con
esto no me refiero a que las empresas se dediquen a contratar recurso humano
joven, sino a que se complemente la fuerza laboral activa con
aprendices/pasantes jóvenes que a su vez puedan adquirir la experiencia
necesaria para desarrollar ese “mar de conocimiento con un centímetro de profundidad”
con el que algunos de nosotros salimos de las universidades.
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